miércoles, 25 de julio de 2012

EL REINO VINIENDO ESTÁ





Sus piernas nunca caminan,
siempre sueñan con andar,
treinta y ocho son los años
fatiga tanto esperar.

Nadie me lleva al estanque
cuando el agua corre y va;
la vida tiene sorpresas:
Jesús ya está por pasar.

El Reino está viniendo,
deja a la lluvia mojar,
cascada de pura gracia,
nuevo, nueva nos hará.

Los judíos lo persiguen;
hoy no se puede curar,
pero Dios no tiene días,
todo su tiempo es amar.

Corre agua por sus venas,
por su cuerpo ríos van,
desemboca entre sus manos
el más puro manantial.

El Reino está viniendo...

Juan Damián

De: Crearte.
Música y arte litúrgico en Red.

lunes, 2 de julio de 2012

Un vacío en la teología latinoamericana


La pérdida de José Míguez Bonino deja una laguna en la teología latinoamericana

Antonio Carlos Ribeiro


Río de Janeiro, lunes,  2 de julio de 2012 (ALC) –

 La muerte del teólogo metodista argentino José Míguez Bonino, a los 88 años, el sábado 30 de junio, deja un sentido vacío en la teología latino-americana, de modo especial en la teología evangélica, ecuménica y en la reflexión sobre el amor preferencial de Dios por los pobres.

Bonino, como recuerda la nota de la Iglesia Evangélica del Río de la Plata (IERP), fue pastor metodista, teólogo de la Liberación – con artículos y libros publicados, entre los cuales se destaca ‘Rostros del Protestantismo Latino-Americano’ – profesor emérito del Instituto Superior Evangélico de Estudios Teológicos (ISEDET).Deja significativa contribución a la tradición de las iglesias evangélicas del continente.



Bonino tenía una lectura abarcativa de la realidad latino-americana, substituía discriminaciones de cualquier naturaleza por un diálogo franco – algunas veces duros, como con Moltmann–, mas siempre propositivo, a partir de principios y siempre con muchas preguntas. Él deja la marca de teólogo serio, que integraba elementos conceptuales aparentemente contradictorios, pero los superaba con el esfuerzo de estudioso, inquieto y sin huir de las grandes cuestiones.



Defendía la teología como discurso legítimo, audaz, con preguntas y respuestas a su tiempo para las iglesias, y a todos que postulaban diálogos claros, con las respuestas obtenidas y las aún por perseguir. De él se aprendió que “toda teología que merece el nombre de tal parte de la realidad y a ella retorna”. La comunidad ecuménica queda huérfana de ese pensador y decano de los Teólogos Evangélicos Latinoamericanos.

domingo, 1 de julio de 2012

José Míguez Bonino y los derechos humanos




Otro de los rasgos destacables de la personalidad de José Míguez Bonino fue su decidida participación a favor de los derechos humanos conculcados por la dictadura militar de los años 1970. Rescatamos su propio testimonio:

“en los años ´70 no había tiempo para dudas. Los “derechos humanos”, en términos directos, la defensa de la vida humana, fue vista por muchos cristianos como el inexcusable reclamo de amor. Por diferentes razones me había decidido a embarcarme ya antes del golpe militar de 1976, junto con otras personas del mundo religioso, mayormente judíos y cristianos, de la vida política, cultural y sindical, para crear la Asamblea Permanente por los Derechos Humanos, para defender y sostener la vida amenazada de nuestro pueblo. A diferencia de la típica “neutralidad” con la que otras organizaciones procuraron evitar los conflictos internos, algunos de nosotros insistiríamos en que, en la situación en la cual todos estábamos expuestos, poniendo nuestras vidas en juego, todos necesitábamos “confesar” y compartir las convicciones más profundas que nos llevaban a estar allí. Como Declaración oficial para organizar nuestro trabajo estaba la Declaración Universal de los Derechos Humanos y la Constitución Nacional. Pero abierta y respetuosamente también expresábamos nuestras motivaciones personales. En una noche particularmente crítica, cuado íbamos dejando el edificio, no pude evitar decirle a un amigo, militante comunista: “Buenas noches, don Jaime, que Dios lo bendiga.” Me miró algo confundido y luego, serio y visiblemente conmovido, me dijo “Sí, José, que Dios nos bendiga.” ¡Sí, y siguió siendo un militante comunista! Hay muchas historias como estas en esos años…” (José Míguez Bonino, “Notas autobiográficas de un recorrido pastoral y teológico” en El silbo ecuménico del Espíritu. Homenaje a José Míguez Bonino en sus 80 años, Buenos Aires: Isedet, 2004, p. 433).



Alberto F. Roldán, Ramos Mejía, 1 de julio de 2012