jueves, 31 de diciembre de 2015

Teología de la debilidad


“Una teología de la debilidad es una teología de la autorización divina. No es una teología para personas sin carácter, sino una teología para hombres y mujeres que afirman el poder del amor que los libera del miedo y los capacita para poner su luz en las lámparas y llevar a cabo el trabajo del reino.
Sí, somos pobres, mansos, lloramos, tenemos hambre y sed de justicia, somos misericordiosos, limpios de corazón, buscamos la paz y nos vemos siempre perseguidos por un mundo hostil. Pero no carecemos de personalidad, no somos felpudos. El reino de los cielos es nuestro, la tierra es nuestra herencia. Recibimos consuelo, nos hartamos, sentimos la misericordia, se nos reconoce como hijos de Dios y…vemos a Dios. Eso es poder, el auténtico poder, el poder que viene de lo alto.” (Senderos de vida y del Espíritu, p. 35).
Estas palabras del místico cristiano Henri Nouwen sirven como cierre del año 2015 y la apertura del nuevo año 2016. Los cristianos trabajamos para expandir el reino de los cielos en la tierra. Debemos saber y reconocer que somos débiles. Desarrollar una teología de la debilidad implica ese reconocimiento y, a la vez, la confianza plena en que todo el poder para predicar y expandir ese reino viene de Dios. Admitamos nuestra pobreza, nuestra hambre y sed de justicia, busquemos un corazón limpio, trabajemos por la paz sabiendo que todo el poder que necesitamos para vivir el nuevo año agradando a Dios, viene de Él y sólo de Él. A su nombre: ¡GLORIA ahora y siempre!
Que en este nuevo año el Dios de toda gracia te sorprenda día a día con nuevas bendiciones.