sábado, 29 de septiembre de 2018


La búsqueda filosófica inicial de Ignacio Ellacuría”




Ignacio Ellacuría fue un teólogo y filósofo español nacido en 1930 y asesinado en noviembre de 1989 en El Salvador, país cuya nacionalidad había adoptado. Pensador profundo, perteneció a la Compañía de Jesús y fue discípulo de Xavier Zubiri. En el capítulo de Roberto Valdés Valle titulado “La búsqueda filosófica inicial” que se incluye en el libro de Jon Sobrino y R. Alvarado (editores), a modo de homenaje a Ellacuría, Valdés Valle recorre las distintas etapas del pensamiento –sobre todo filosófico- de Ellacuría que contiene “botones de muestra” la profundidad de su reflexión y su pasión por la búsqueda de una filosofía que respondiera a los tiempos en que vivía.
Lo importante del capítulo de Valdés Valle, radica entre otras cosas en el hecho de que incluye textos inéditos de Ellacuría que muestran el intento –en las primeras etapas de su búsqueda- por articular una “filosofía cristiana”. Allí inserta, por ejemplo, una reflexión de Ellacuría que corresponde a lo que Valdés Valle denomina “segunda etapa” y que, por su vigor, merece ser citada aquí:
“Según Heidegger, la pregunta por el ser no irrumpe mientras se está en la seguridad y en la comodidad. El que cuenta con la fe de la Biblia no puede preguntar auténticamente, porque tiene la respuesta antes que la pregunta. No se puede preguntar sin dejar de ser creyente. Por tanto, no es posible un filosofar cristiano sino, a lo más como un ‘al obs’.[1]
En otro texto inédito, que data de 1958, Ellacuría dice:
“No es buena en filosofía la posición de quienes solamente se dedican a la repetición crítica y personal de lo hallado en otros, a su defensa y a la dialéctica destrucción de lo que aparentemente no coincide con lo nuestro, ya que así nos quedamos sin filosofía viva y sin filosofía actual, es decir, sin filosofía.”[2]
Finalmente, en un curso de filosofía dictado en Burgos en 1966, Ellacuría pregunta incisiva y osadamente:
“¿Puede el cristiano, sin dejar de serlo, dedicarse a la filosofía con toda la radicalidad que ésta exige? ¿Puede el cristiano llegar a ser filósofo en toda la amplitud y radicalidad del término?”[3]
Estas tres “migajas filosóficas” sirven para reflexionar sobre las posibilidades reales de una filosofía cristiana y de poder aún filosofar si no se ejerce lo que alguien denominó “ateísmo metodológico” o una puesta en paréntesis al encarar el desafío de hacer preguntas con la radicalidad que la filosofía exige. Es para pensarlo…

Alberto F. Roldán
Ramos Mejía, 29 de septiembre de 2018


[1] Roberto Valdés Valle, “La búsqueda filosófica inicial” en Jon Sobrino/R. Alvarado (editores), Ignacio Ellacuría. “Aquella libertad esclarecida”, Santander: Sal Terrae, 1999, p. 55
[2] Ibid., p. 58
[3] Ibid., p. 67