El día 22 de febrero de 2012 quedará como uno de los más aciagos de la historia de la Argentina. En horas de la mañana, unas 50 personas perdieron la vida y más de 700 resultaron seriamente heridas como consecuencia del choque producido por una formación del Ferrocarril Sarmiento en estación Once.
Al hecho se lo puede denominar “accidente ferroviario”, pero entendemos que tal expresión no es la más adecuada. Simplemente, porque un accidente es algo imprevisible. En este caso no lo es porque hace mucho tiempo se viene hablando de la falta de inversiones por parte de las empresas que están a cargo de los ferrocarriles. Esa falta de inversión se detecta a simple vista, con trenes destartalados, sin mantenimiento y sin renovación. Según ciertas versiones, la formación que hoy protagonizó el terrible accidente ya había evidenciado problemas de frenos en algunas estaciones antes de llegar a su destino. Tales deficiencias se pusieron de manifiesto, trágicamente, cuando el tren no pudo frenar debidamente al llegar a la estación Once.
Si hay un tren que debía protagonizar un accidente, este seguramente habría de pertenecer a la línea Sarmiento. No sirven, a esta altura, con varias decenas de muertos y cientos de heridos las explicaciones de ninguna parte sea, estatal, empresarial o de los sindicatos.
El Sarmiento y todos los trenes de la vergüenza deben definitivamente cambiar. No hay excusas, en principio y básicamente porque el pueblo merece viajar dignamente y con la mayor seguridad. No es tiempo de más y más explicaciones ante la muerte innecesaria. Lo único que sirve es asumir las responsabilidades ante tamaño desastre. Es tiempo de esclarecimiento y fundamentalmente de hacer cambios profundos en el sistema ferroviario.
Desde NO MATARÁS, expresamos nuestra solidaridad hacia los familiares de las víctimas cuyo dolor es imposible de dimensionar. Al mismo tiempo, hacemos llegar nuestro reclamo a las autoridades nacionales y provinciales para que en lo inmediato concreten un plan de socorro a las víctimas y sus familiares y, en lo mediato, un plan de reinversiones y sanciones a la concesionaria. Está en juego la dignidad de las personas. Está en juego la vida misma.
Movimiento No Mataras, Buenos Aires, 23 de febrero de 2012
Este blog está destinado a dialogar sobre las relaciones entre teología, política y sociedad desde una perspectiva judeocristiana.
jueves, 23 de febrero de 2012
viernes, 17 de febrero de 2012
Clase sobre “Dilemas éticos” en el doctorado de la UAP
El jueves 16 de febrero participé en la Universidad Adventista del Plata, sita en Libertador San Martín (Puigari), Entre Ríos, como profesor adjunto de la cátedra de Éticas Contemporáneas”, del doctorado en teología. Además de la excelente atención de que fui objeto, en un ambiente muy receptivo expuse los dilemas éticos contemporáneos, dilemas que abarcan toda la vida humana: desde la concepción hasta la muerte.
En la primera parte, hice una reseña de las escuelas éticas filosóficas y la ética teológica cristiana. Partiendo de un trabajo de la pensadora Agnes Heller, planteamos las tres posturas actuales en cuestiones éticas:
a. Nihilista: que postula que no hay absolutos éticos y, por lo tanto, todo debe remitirse a lo etnográfico y cultural.
b. Racionalista/Iluminista. Para esta postura, hay formas de establecer racionalmente lo que está bien y lo que está mal, a partir de la razón. Representante típico de esta posición es Immanuel Kant, con su ética deontología expresada en su famoso “imperativo categórico”.
c. Pragmática. Apela a la democracia liberal y entiende que ella ha sido capaz de mantener los principios de igualdad y justicia.
Luego, hicimos una distinción entre “éticas de fines” que apelan a la “naturaleza humana” y las “éticas de motivos”.
Finalmente, expusimos los aspectos que distinguen a la ética teológica cristiana, cuyo vértice más importante está en que puede apuntar a un modelo histórico: Jesús de Nazaret, su praxis y su principio utópico del Reino de Dios.
Algunos textos que analizamos en el encuentro y que se destacaron por su aporte al tema, fueron: “Responsabilidad moral, reglas éticas” de Zygmunt Bauman y su obra Ética posmoderna, donde el filósofo y sociólogo polaco plantea la incertidumbre moral, el pluralismo y la ambigüedad como talantes de la posmodernidad que él denomina, creativamente “pensamiento líquido”. El otro texto corresponde al teólogo reformado Jürgen Moltmann, “La ética y el progreso de la biomedicina”, de su obra El futuro de la creación, donde reflexiona sobre las relaciones entre ciencia e interés, la ética del progreso bioquímico, las repercusiones del progreso sobre los intereses éticos, la transformación de los intereses humanos y el derecho a vivir y el derecho a morir. Frente a los grandes avances de la biomedicina que pueden retrasar la muerte hasta límites casi insospechados, se pregunta Moltmann ¿qué es vida? Y responde: “La vida humana es una vida que se acepta, se ama y se vivencia.” Uno de los principales aportes de Moltmann radica en su reflexión sobre el yo el cuerpo. Con las posibilidades de reemplazar órganos del cuerpo casi como si fueran piezas de un automóvil, se cuestiona el problema de la corporeidad y el modo en que el sujeto, el yo, puede subjetivizarse, en el sentido de aceptar y asimilar el nuevo órgano de su cuerpo. Concluye afirmando que “el progreso de la biomedicina ha de ser integrado en el orden de la condición humana.”
Desde esta página, mi gratitud más sincera a las autoridades de la UAP, particularmente en la persona del titular de la cátedra, Dr. Carmelo Martines (con quien estoy en la tercera foto), y a los diez estudiantes (2da. foto) que se mostraron tan receptivos a los conceptos vertidos, mostrando una gran predisposición para leer los textos comentados aquí y varios más que dejamos para ulteriores investigaciones en el campo, siempre actual y decisivo, de la ética.
miércoles, 15 de febrero de 2012
Agredieron en Andalgalá a una delegación presidida por Adolfo Pérez Esquivel
El Servicio Paz y Justicia (Serpaj), organismo defensor de los Derechos Humanos que preside el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel, denunció los apremios y las agresiones que sufrió un delegación de la organización, a la que se le impidió la libre circulación en la madrugada del pasado domingo 12 de febrero a la entrada de la ciudad de Andalgalá, en la provincia de Catamarca. La delegación del Serpaj integrada por diez personas que se movilizaba en una camioneta perfectamente identificada fue impedida de continuar su viaje por un grupo de personas identificadas como “promineros”, que cortaban el acceso a la ciudad catamarqueña, según informó Ana Almada, coordinadora nacional de la organización. “Cuando queríamos avanzar, nos cortaron el paso y pidieron que nos identificáramos. Les dijimos que éramos del Serpaj y que veníamos a reunirnos con los asambleístas que se oponen a la megaminería para traerle la solidaridad, y para garantizar que la protesta se realice en paz y que no haya ningún tipo de represión ni agresión”, explicó Almada. Pese a responder todas las preguntas, el grupo se mantuvo en la negativa de permitir el paso de la camioneta argumentando que la ruta estaba cortada por decisión de una asamblea. También dijeron: “No queremos dialogar, queremos guerra”.Ante el impedimento, la camioneta retrocedió unos metros donde se acercó una comisión policial “que le pidió la documentación al chofer y se la llevó a 200 metros”.Mientras se realizaba el trámite de identificación, aumentó el número de personas que rodeó el vehículo y al tiempo que acusaban a Adolfo Pérez Esquivel “de que financiaba a los grupos antimineros” y lo declaraban “persona no grata”, comenzaron a mover la camioneta y a golpearla. La agresión motivó que la delegación volviera a retroceder y parara en otro puesto policial, el que también pidió los documentos de identificación, que devolvió con la sugerencia de que “lo mejor que les puede pasar es que se vayan ahora mismo de acá”. Mientras tanto, una camioneta no identificada, siguió la retirada de la delegación del Serpaj durante 50 kilómetros. El Serpaj repudió el accionar de grupos civiles promineros, la impunidad con que se mueven, la ausencia de libertad para circular libremente por Andalgalá, la falta de respeto hacia el Premio Nobel de la Paz Adolfo Pérez Esquivel y los hechos de injusticia hacia aquellas personas que se quieren manifestar en paz en defensa de sus intereses y el de la comunidad.+ (PE)
Ecupr9834120215 Agencia de Noticias Prensa Ecuménica
15 de febrero de 2012
Desde este blogg nos solidarizamos con el Serpaj y su lucha no violenta por la paz y la justicia del pueblo de Andalgalá.
martes, 14 de febrero de 2012
Albert Schweitzer y el sentido de lo humanitario
“Nadie en el mundo podría hoy considerar al Premio de la Paz como recompensa de un acto suyo evidente; aquel que recibe esta alta distinción, debe sólo aceptarla como aliento de su futura labor, en pro de la idea de la paz, bajo el signo de la sencillez y de la humildad. Creo ser fiel al pensamiento que os ha inspirado, al proponeros que nos detengamos un momento a considerar el camino que nos queda por recorrer para llegar a la paz, y cuáles son nuestras posibilidades presentes de llegar a esa meta deseada.
Esto lo hago en momentos en que, en todas partes del mundo, impera la angustia en los corazones que anhelan la paz; en momentos en que se juega el destino de la humanidad. ¿Y cuál es la causa de esa angustia que nos oprime? Su causa es el poder que los progresos de la ciencia y de la técnica han puesto en manos del hombre. […]
Ese poder constituye su grandeza y su miseria al mismo tiempo. Porque gracias a ese poder las naciones se temen entre sí con un terror que nada consigue disipar, y ninguna pueda decir de la otra que jamás se verá obligada a recurrir a ese poder tremendo para defenderse, como ya tuvieron que emplearlo durante las dos guerras precedentes. Ese poder puede condenarnos a todos a perder nuestra condición de hombres; ya nos ha condenado, en realidad. […]
El sentido humanitario es el logro más elevado que ha sido dado y que será dado al conocimiento de todo ser pensante. Ese sentido de la humanidad lo encontramos en todos los grandes pensadores del pasado. Donde quiera encontremos la idea de la compasión y del amor, encontramos el sentido de la humanidad. El sentido humanitario es justamente el sentido que corresponde al hombre, en su calidad de ser superior, que se encuentra por encima de todas las criaturas del mundo.”
Albert Schweitzer. Discurso pronunciado en ocasión de la entrega del Premio de la Paz ofrecido por el Gremio Editorial Alemán el 16 de setiembre de 1951 en la Iglesia de San Pablo, de Francfort. Tomado del libro de Schweitzer, El camino hacia ti mismo, Buenos Aires: Sur, 1958, pp. 209-210.
Albert Schewitzer, hombre de múltiples intereses. Fue teólogo, médico, músico y filántropo. Siendo un médico brillante se fue a vivir a Lambaré, África, para fundar un hospital para enfermos de lepra. Por su notable obra filantrópica, recibió el Premio Nobel de la Paz. Algunos lo consideran un pionero de los temas de la ecología ya que definió a la ética como el respeto hacia todo lo que tiene vida. Responsabilidad que hoy se ha incrementado tanto –decía– que carece de límites.
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