La
Iglesia Metodista lamenta y condena la violenta represión ejercida contra los
movimientos sociales integrados por indígenas, criollos y gringos en J.J.
Castelli, Chaco, mientras reclamaban por la distribución de módulos
alimentarios en la madrugada del 22 de mayo. La muerte de Florentín Díaz y
decenas de heridos y detenidos desnuda una ostensible discriminación y
desprecio hacia los pueblos originarios, así como la violación de sus derechos,
lo que ha sido manifestado de manera reiterada en diversos espacios públicos.
El
cuidado y protección de las personas debe ser el interés supremo de todo Estado
en sus niveles municipales, provinciales y nacionales. Por ello nos
solidarizamos con la población que ha sufrido esta violenta represión policial
y rogamos por todos los que trabajan para construir una comunidad solidaria y
en paz.
Desde
nuestra convicción cristiana denunciamos esta violencia a la vez que oramos y
apelamos a que se busquen instancias de diálogo y encuentro para superar esta
tensión social que destruye a los más vulnerables y el tejido social en su
conjunto. Es imperioso establecer un diálogo basado en el respeto donde la
justicia permita proveer a las necesidades de la comunidad toda.
Nuestra
fe se sustenta en la convicción de que Dios en Jesucristo nos exhorta
permanentemente a pensar y actuar a favor de cada ser humano y cooperar para
que los derechos de los más desprotegidos sean preservados. Todo ser humano
tiene el derecho a ser escuchado y a vivir en una comunidad donde, sin
distinción, pueda crecer y desarrollarse.
“Dichosos
los que trabajan por la paz, porque Dios los llamará hijos suyos.” (Mateo 5:9)
Buenos Aires, 24 de mayo de 2013
Pastor
Frank de Nully Brown
Obispo de
la Iglesia Evangélica Metodista Argentina
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