“Creo no
haber confundido todavía nunca la ficción de la realidad, aunque sí las he
mezclado en más de una ocasión como todo el mundo, no sólo los novelistas, no
sólo los escritores sino cuantos han relatado algo desde que empezó nuestro
conocido tiempo, y en ese tiempo conocido nadie ha hecho otra cosa que contar y
contar, o preparar y meditar su cuento, o maquinarlo. Así, cualquiera cuenta
una anécdota de lo que le ha sucedido y por el mero hecho de contarlo ya lo
está deformando y tergiversando, la lengua no puede reproducir los hechos ni
por lo tanto debería intentarlo, y de ahí que en algunos juicios, supongo –los de
las películas, que son los que mejor conozco-, se pida a los implicados una
reconstrucción material o física de lo ocurrido, se les pide que repitan los
gestos, los movimientos, los pasos envenenados que dieron o cómo apuñalaron
para convertirse en reos, y que simulen empuñar otra vez el arma y asestar el
golpe a quien dejó de estar y ya no está por su causa, o al aire, porque no
basta con que le digan y cuenten con la mayor precisión y desapasionamiento,
hay que verlo y se les solicita una imitación, una representación o puesta en
escena, aunque ahora sin el puñal en la mano o sin cuerpo en el que clavarlo –saco
de harina, saco de carne-, ahora en frío y sin sumar otro crimen ni añadir
nueva víctima, ahora sólo como fingimiento y recuerdo, porque lo que nunca pueden
reproducir es el tiempo pasado o perdido ni resucitar al muerto que ya pasó y
se perdió en ese tiempo.”
Javier
Marías, Introducción a su novela: Negra espalda del tiempo. Javier Marías es un notable novelista español, hijo de famoso filósofo Julián Marías.
Al llegar al fin
del año conviene reflexionar sobre el tiempo, esa realidad inasible,
incomprensible, de la cual San Agustín decía que lo entendía pero si alguien le
preguntaba, dejaba de entenderla. El tiempo, que para Jorge Luis Borges también
era un asunto que lo apasionaba, dice en lenguaje poético:
“El tiempo
es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero
yo soy el río, es un tigre que me despedaza, pero yo soy el tigre; es un fuego
que me consume, pero yo soy el fuego.
Feliz año
nuevo 2018 para los lectores de este blog.
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