Jesús obrero,
carpintero.
manos callosas
que trabajan la madera.
La misma materia
sobre la cual un día
serías colgado
como subversivo
del orden político y religioso.
Jesús obrero,
solidario con los pobres,
los despreciados,
los marginados.
Jesús obrero,
que sabes sufrir
angustias y soledades;
que simpatizas con
el que gana el pan
con el sudor de su frente
y con aquel que ni siquiera
tiene el privilegio de ser explotado.
Jesús obrero, carpintero,
¡Ven a vivir entre nosotros,
en nuestras angustias
y en nuestros desvelos,
en nuestras carencias
y en nuestros sinsabores!
¡Ven! ¡Comparte tu propio cuerpo
entre nosotros!
Tú, carpintero,
obrero,
pan de vida.
Alberto F. Roldán
Ramos Mejía, 31 de
marzo de 2015 20 hs.
ILUSTRACIÓN por la enorme generosidad de:
Laura Abate y Beto
Fotti, directores de ARTE SANO
Me gusta el Jesús profundamente humano. El que supo de cansancios y de necesidades. Ese tan cerca de los más desfavorecidos...
ResponderEliminarQuerida Liliana: Por influencia de la teología de la liberación, especialmente de Jon Sobrino y su JESÚS EN AMÉRICA LATINA, es que siempre apunto al Jesús plenamente humano, dimensión eclipsada por muchas cristologías trascendentes pero que se olvidan del Jesús humano, plenamente humano con nosotros y entre nosotros. Gracias! Bendecida Pascua para vos y tu familia!
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