El 5 de setiembre último falleció
Wolfhart Pannenberg. Teólogo sistemático por excelencia, nos deja un monumental
legado de pensamiento cristiano en sus numerosos libros y artículos. Había
nacido en Stetting, Alemania, en 1928. Perteneció a la Iglesia luterana y desde
joven mostró una gran pasión por el estudio de la filosofía y la teología,
campos que dominaba con gran maestría.
Mi acercamiento a sus obras comenzó
con la lectura de libros pequeños pero enjundiosos tales como: La fe de los apóstoles, Teología y Reino de
Dios y El destino del hombre, para
incursionar, más adelante, en sus obras más voluminosas, especialmente: Systematic Theology[1],
Cuestiones fundamentales de teología sistemática, Teoría de la ciencia y
teología, Una historia de la filosofía desde la idea de Dios y Antropología en perspectiva teológica.
Algunos
de los conceptos y líneas de pensamiento que me impactaron de Pannenberg fueron:
el concepto de “revelación como historia” que es con el cual Pannenberg comenzó
su escuela teológica junto a otros biblistas y teólogos.[2] La
historia es, para Pannenberg, el escenario de la revelación de Dios que, lejos
de ser una manifestación para algún grupo humano, está abierta a todos. También
me agradó su uso del término prólepsis,
en el sentido de “anticipación” del futuro. Para Pannenberg, la resurrección de
Jesucristo, que dicho sea de paso él interpretó en forma plenamente histórica,
es la anticipación de la victoria final del Reino de Dios.[3] Y,
por supuesto, también aprecié su énfasis en el Reino de Dios. Dice: “El anuncio
del reino de Dios venidero constituyó el centro del mensaje de Jesús.”[4] A
pesar de esa importancia, constata que “la escatología fue desprendida y
despojada de su sentido temporal. Se prescindió de que en el mensaje de Jesús
la idea del reino de Dios designaba un futuro bien concreto.”[5]
Por lo tanto, sentenciaba:”La teología actual ha de recuperar de nuevo este
tema fundamental del mensaje de Jesús.”[6]
Como si su voz se hubiera escuchado, precisamente el siglo XX fue el del
resurgir del tema del Reino de Dios tanto en las teologías nordatlánticas como
en las latinoamericanas, especialmente la teología de la liberación y la teología
de la Fraternidad Teológica Latinoamericana).[7]
En
fin, se podría seguir escribiendo mucho sobre el legado de Pannenberg a la
Iglesia. Pero fundamentalmente, como dice David A. Roldán: “Más allá de las
muchas críticas que pueden plantearse a la teología de Panneberg (varias de
tenor ideológico), una cosa es cierta: Pannenberg tomó con absoluta seriedad la
tarea de pensar la fe.”[8] Yo
agregaría, con sumo respeto, que entre las cosas que también podrían habérsele
criticado es su escaso interés por la teología que se forjaba en América Latina,
a diferencia, por caso, de Jürgen Moltmann. Pero más allá de esos aspectos,
Wolfhart Pannenberg nos deja un monumental legado de pensamiento cristiano con
un rigor poco común pero imprescindible para poder dialogar con la filosofía y
las ciencias sociales y humanas en un mundo cada vez más desafiante.
Alberto F. Roldán. Doctor en teología por el
Instituto Universitario Isedet. Máster en ciencias sociales y humanidades por
la Universidad Nacional de Quilmes. Máster en educación por la Universidad del
Salvador. Director de posgrado de FIET. Director de Teología y cultura: www.teologos.com.ar
Ramos Mejía, 13 de septiembre de
2014
[1] Wolfhart Pannenberg, Systematic
Theology, trad. Geoffrey
W. Bromiley, Grand Rapids: Eerdmans, 1991, obra en tres volúmenes que consigno
en su traducción al inglés por ser la versión que tengo en mi biblioteca,
obsequiada por mi gran amigo Eriberto Soto. Originalmente fue publicada en
alemán en 1988. Gracias a Ediciones Sígueme, editorial católica de España
tenemos esa obra también en castellano. Un estudio profundo de la teología de
Pannenberg es la obra de Stanley J. Grenz, Reason
for Hope. The Systematic theology of Wolfhart Pannenberg, 2da. Edición,
Grand Rapids: Eerdmans, 2005. ¡También obsequiada por el mismo amigo!
[2] La obra con que comenzó ese
proyecto es: Wolfhart Pannenberg (editor), Revelation
as History. A
proposal for a more open, less authoritarian view of and important theological
concept, trad. David
Granskou, Londres: Macmillan Co, 1969. En esta obra, participan el propio
Pannenberg y los teólogos Rolf Rendtorff, Trutz Rendtorff y Ulrich Wilkens.
[3] He desarrollado con mayor
profundidad estos conceptos en mi artículo: “La epistemología escatológica de
Wolfhart Pannenberg”, Teología y cultura,
año 1, vol. 2, diciembre de 2004, pp. 1-7: www.teologos.com.ar
[4] Wolfhart Pannenberg, Teología y Reino de Dios, trad. Antonio
Caparrós, Salamanca: Sígueme, 1974, p. 11.
[5] Ibid., p. 13
[6] Ibid.
[7] Para mayor profundización del
tema véanse: Alberto F. Roldán, Escatología:
una visión integral desde América latina, Buenos Aires: Kairós, 2002 y Reino, política y misión, Lima:
Ediciones Puma, 2011.
[8] David A. Roldán: “Último adiós a
Wolfhart Pannenberg: una bienvenida al estudio de su obra”. www.teologos.com.ar Accedido: 13 de septiembre de 2014
Excelente escrito profesor, sin duda Pannenberg fui uno de los teólogos más importantes del siglo XX y porque no, del XXI, es imposible hablar de teología actualmente sin mencionar a Pannenberg, también comparto su apreciación sobre la crítica a Pannenberg por su escaso interés por la teología latinoamericana, en mi modesta opinión Moltmann ha sido un paradigma para otros teólogos europeos en su interés por la teología en nuestra América Latina. Sin embargo él tiene todos los méritos para estar a la par con otros teólogos que han dejado un importante legado para la teología. Me gusta mucho una frase que tomo de su obra FUNDAMENTOS DE CRISTOLOGÍA (Salamanca: Sígueme, 1973 ), 237 "La relación con Jesús por consiguiente, revela lo que es un hombre ante Dios". Saludos profesor.
ResponderEliminarEstimado Edinson: gracias por tu aprecio a este breve homenaje a Pannenberg. Comparado con Moltmann, creo que es más sistemático y con mayor vigor filosófico. Pero ambos aportan mucho a nuestra reflexión. Moltmann llegó a ser amigo de teólogos nuestros, como José Miguez Bonino. Un abrazo! Alberto
ResponderEliminarExcelente articulo querido Alberto (como siempre). Recibe mi profundo respeto y un fuerte abrazo! Eriberto
ResponderEliminarEstimado Prof. mi encuentro con su blog fue fortuito, más me alegro que llegué aquí. Su apreciación por la teología y filosofía de Pannenberg es interesante. Gracias por brindarnos su sinopsis teológico/filosófico de este gran pensador. Escribo desde Puerto Rico.
ResponderEliminar