sábado, 7 de diciembre de 2013

MANDELA Y SU APUESTA AL HUMANO - por Anibal Sicardi






Al nacer recibió el gesto profético de su padre. Lo llamóProblemático. Ese es el significado de su nombre original, Rolihlahla, en la lengua de la tribu de Madiba de la cual era líder su progenitor, Henry Mgadla Mandela.
Lo mantuvo al ser bautizado en una Iglesia Metodista. No fue así cuando ingresó en la escuela. Se lo cambiaron por Nelson. El sistema educativo europeo se impuso sobre el primer niño de su clan que participaba de la educación formal.
Accedió a las circunstancias de la vida. Se quedó con ese nombre. Problemático, se acopló a las características asignadas a Nelson. Consistente. Caminante recto. Protector. Amante de lo que afirmaba. Original y cabal en el análisis de la realidad y en el proceder. Gigante para las empresas. Habilidoso para lo nuevo. Renovador para lo viejo. Los Nelson pueden ser aviadores, ingenieros, líderes, entre otras especialidades. Él optó por la de líder.
Los custodios del Apartheid no tuvieron en cuenta el origen de su nombre aunque sabían que eraproblemático. Como tal fue colocado en el grupo más bajo de la clasificación de los prisioneros. Solo podía recibir una visita y una carta cada seis meses. Consistente y original, aprovechó el tiempo de la condena para obtener su licenciatura en Derecho en la Universidad de Londres.
Pimpinela Negro lo llamaban al final de la década del 50 cuando usaba disfraces para no ser descubierto por los espías blancos del Apartheid. A inicios de los años cuarenta, Nelson se unió al Congreso Nacional Africano (CNA). Dentro de este organismo, fundó junto a otros  jóvenes La Liga de la Juventud del CNA. Representaban a los ignorados, como los campesinos y los obreros. Trabajaban contra la abolición de la segregación de los negros.
Utilizaron métodos no convencionales: huelgas; desobediencia civil; no cooperación con los procedimientos parlamentarios de la sociedad blanca. Plantearon reformas en la educación; salud pública; redistribución de las tierras; derechos sindicales.
Madiba, llamado con ese apodo por las personas que lo apreciaban, fundó el bufete de abogados Mandela & Tambo que brindaba asesoría gratuita a los negros que necesitaban representación legal.
En 1961, después de la masacre de Sharpeville, empezó a creer que la lucha armada era la única manera de lograr el cambio. Es así que conforma el comando Umkhonto we Sizwe, también conocido como MK, una rama armada del CNA. encarcelado por segunda vez en 1962.
En sus 27 años de preso pasó por distintas etapas. Cultivó una huerta. También un jardín. Y se adentró en su niñez, en los recuerdos sobre su madre metodista. En “Larga marcha hacia la libertad”, Mandela testifica que jamás olvidó esa herencia recibida de su madre y de la Iglesia a la que pertenecía. Así como que la fe cristiana y la ética social metodista influyeron profundamente sobre él. Él mismo reitera que estudió en un colegio metodista y que conservó los más gratos recuerdos de esa comunidad y de su pastor.
Repasa su trayectoria activista. Se encuentra consigo mismo. Localiza su humanidad. Pimpinela dejó de serle útil. No más caretas. Entonces fue Rolihlahla y Nelson. El Problemático y el Gigante de una gran empresa. Amó el universo humano. Se jugó por su ideal.
“Yo no tenía una creencia específica, excepto que nuestra causa era justa, era muy fuerte y que estaba ganando cada vez más y más apoyo”, se hizo cargo del programa que estaba trazado para él. Responsable de sí mismo. Descubrió el universo de la humanidad. La infinita amplitud de la humanidad.
También registró el pasado: “Mucha gente en este país ha pagado un precio antes de mí”. Visualizó el futuro: “Muchos pagarán el precio después de mí”. Clarividente sobre su interioridad: “Si yo tuviera el tiempo en mis manos haría lo mismo otra vez”. No se creía superior a otro: “Lo mismo que haría cualquier hombre que se atreva a llamarse a sí mismo un hombre”.
Desde su humanidad percibió la sociedad. El odio se aprende: “Si se aprende a odiar, también puede enseñarse a amar”; “El amor llega más naturalmente al corazón humano del contrario”; “Se trata de persuadir, no de vencer”. Enseñaba a sus compatriotas que “La raíz de todos nuestros problemas se encuentra en nuestro interior”.
Luchador por la paz. Icono contra al racismo. Paladín de la libertad. Docenas de justas adjetivaciones resuenan sobre Rolihlahl, el Problemático, Nelson el Protector. También peligrosos epitafios.
Mandela es un combo. Parcializarlo es minimizarlo, transfigurarlo, esconder su universo humano, tirar por la borda la perla de gran precio, ocultar el tesoro que Dios, la historia, nos regaló.
El legado de Mandela es apostar al humano. No es azaroso que estemos en el mes donde no pocos recordamos que Dios se hizo humano. Es la desafiante buena nueva para todos y todas.+ (PE)
(*) Periodista, director fundador de Agencia de Noticias Prensa Ecuménica Ecupres, Pastor de la Iglesia Metodista Central Bahía Blanca. 
Fuente: Ecupres 6 de diciembre de 2013




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