jueves, 17 de marzo de 2011

Obama visitará la tumba del mártir Arnulfo Romero en El Salvador



La noticia ha sido difundida por la agencia ALC y, en sus tramos centrales, indica que
el presidente de Estados Unidos Barack Obama visitará tumba del pastor y mártir Oscar Arnulfo Romero, durante su visita a El Salvador entre los días 22 y 23 de marzo próximo.
El presidente Obama sería el segundo mandatario extranjero que "presenta sus respetos" a Romero, luego que el año pasado lo hizo el entonces presidente brasileño, Luis Ignacio Lula Da Silva.
El próximo 24 de marzo se cumple el aniversarios 31 del martirio del arzobispo Romero, quien fuera asesinado por un Escuadrón de la Muerte, mientras celebraba misa en la capilla de un hospital de enfermos terminales. Romero es considerado un icono salvadoreño, defensor de los derechos humanos y de los sectores empobrecidos.
El obispo Arnulfo Romero fue ordenado al sacerdocio católico en 1942 y consagrado obispo en 1970. El teólogo reformado Jürgen Moltmann exalta la figura de Romero como un mártir moderno por la causa de Jesús y de los pobres. Hasta sus 59 años, Romero fue un clérigo conservador pero el 12 de marzo de 1977, cuando fue asesinado el primer sacerdote en El Salvador, Romero experimentó una conversión en el sentido de la relación entre la persecución y la Iglesia y la opresión del pueblo. Por eso, “se mezcló con el pueblo” y se convirtió en “obispo del pueblo”. Dice Moltmann:
“En el gemido y el grito de los pobres Romero oía el Evangelio del venidero Reino de Dios. Él fue “evangelizado” por los pobres. La catedral de San Salvador se transformó en un lugar de liturgia y de huelga de hambre, un hospital para los heridos y despedida de tantos muertos del pueblo. Apoyó a las “organizaciones populares” de los trabajadores rurales, de los agricultores y los operarios. Veía en el “proyecto popular” una solución de los problemas de su país. Y con ello entró en conflicto político. El arzobispo Romero fue fusilado delante del altar de su iglesia, durante la misa, por un asesino contratado.” (O Caminho de Jesus Cristo, Petrópolis: Vozes, 1993, p. 275. La terrible escena puede verse en el film Romero). La próxima visita del presidente Obama a la tumba de este moderno mártir cristiano es todo un símbolo de reconocimiento a la figura de un cristiano que se jugó por el Reino de Dios y su justicia en un mundo signado por las desigualdades y la marginación.


Alberto F. Roldán
Ramos Mejía, 17 de marzo de 2011

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