domingo, 31 de diciembre de 2017

REFLEXIÓN SOBRE EL TIEMPO




“Creo no haber confundido todavía nunca la ficción de la realidad, aunque sí las he mezclado en más de una ocasión como todo el mundo, no sólo los novelistas, no sólo los escritores sino cuantos han relatado algo desde que empezó nuestro conocido tiempo, y en ese tiempo conocido nadie ha hecho otra cosa que contar y contar, o preparar y meditar su cuento, o maquinarlo. Así, cualquiera cuenta una anécdota de lo que le ha sucedido y por el mero hecho de contarlo ya lo está deformando y tergiversando, la lengua no puede reproducir los hechos ni por lo tanto debería intentarlo, y de ahí que en algunos juicios, supongo –los de las películas, que son los que mejor conozco-, se pida a los implicados una reconstrucción material o física de lo ocurrido, se les pide que repitan los gestos, los movimientos, los pasos envenenados que dieron o cómo apuñalaron para convertirse en reos, y que simulen empuñar otra vez el arma y asestar el golpe a quien dejó de estar y ya no está por su causa, o al aire, porque no basta con que le digan y cuenten con la mayor precisión y desapasionamiento, hay que verlo y se les solicita una imitación, una representación o puesta en escena, aunque ahora sin el puñal en la mano o sin cuerpo en el que clavarlo –saco de harina, saco de carne-, ahora en frío y sin sumar otro crimen ni añadir nueva víctima, ahora sólo como fingimiento y recuerdo, porque lo que nunca pueden reproducir es el tiempo pasado o perdido ni resucitar al muerto que ya pasó y se perdió en ese tiempo.”

Javier Marías, Introducción a su novela: Negra espalda del tiempo. Javier Marías es un notable novelista español, hijo de famoso filósofo Julián Marías. 
 Al llegar al fin del año conviene reflexionar sobre el tiempo, esa realidad inasible, incomprensible, de la cual San Agustín decía que lo entendía pero si alguien le preguntaba, dejaba de entenderla. El tiempo, que para Jorge Luis Borges también era un asunto que lo apasionaba, dice en lenguaje poético:
“El tiempo es la sustancia de que estoy hecho. El tiempo es un río que me arrebata, pero yo soy el río, es un tigre que me despedaza, pero yo soy el tigre; es un fuego que me consume, pero yo soy el fuego. 



Feliz año nuevo 2018 para los lectores de este blog. 

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